domingo, 13 de marzo de 2016

Teología: El Padre Dios

Teología: El Padre Dios

El Dios que nosotros adoramos es el Señor de la Justicia, la Luz y el orden. Es la Energía que mueve la materia, es la Luz que ilumina el mundo y lo disipa de las tinieblas; el trae la luz tanto física, como espiritual, e intelectual. El Padre Dios es fuerte como los hombres, firme y constante; también es el amor erótico de los hombres y su poder sexual. El Padre Dios es el señor del Sol, el Rey sagrado animal y de las cosechas, y también el Señor que ha vencido la muerte y conoce los misterios del más allá. El Padre Dios pasa por etapas que define su teología, estas son las etapas sagradas:

*       NACIMIENTO: Él nace de la Virgen Madre pasando el solsticio de invierno, cada veinticinco de diciembre, el universo lo recuerda en su figuración como Dios solar. En el principio, todo era parte del Uno, que había juntado todas las polaridades dentro; hasta que tras una gran explosión se dividió; en materia y energía se dividió y formo los planetas, constelaciones y todo lo que existe en el universo. En el año astrológico conmemoramos esto cuando después de días de oscuridad a finales del otoño y principios del invierno, el sol parece descender hacia el sur, y la noche se hace más larga que el día, hasta que el 21 de diciembre (en el solsticio de invierno) el día y la noche duran lo mismo. El veinticinco de diciembre, el día dura, por fin; una hora más que la noche y desde entonces los pueblos antiguos conmemoran ese día como el nacimiento del Padre Dios.

*       MUERTE: El Señor es representado como Señor de la Naturaleza, y se une con la Madre Tierra para dar Vida al mundo. Antes de que pasé ese vigor, el Señor Dios es sacrificado ritualmente; para asegurar su renacimiento o reencarnación en útero de la Gran Diosa el próximo diciembre. El sacrificio del Padre Dios era siempre representado muerto colgando de un árbol sagrado de la vida,[1] o bien; siendo descuartizado, o devorado vivo por los feligreses.[2] La Antigua Religión lloraba la muerte del Señor, aunque lo veían necesario para lograr vencer a las fuerzas de la oscuridad y la muerte,  traer la vida el próximo año.

*       RENACIMIENTO O RESURRECCIÓN: Solo tras la muerte podemos pasar a la vida eterna, por lo tanto; Su sufrimiento es la forma para vencer a la Muerte por medio del renacimiento. La Gran Madre resucita a su Hijo Divino en su propio seno generador y maternal y lo traduce en un nuevo brote de vida. Así es como, enterrado el grano de trigo, viéndolo morir en la tierra, este dará nueva vida y en abundancia en la primavera próxima.

El Padre Dios es como todos los hombres; así como la Diosa Madre es como todas las mujeres. Él es sexual, fuerte, competitivo y vigoroso. Él provoca el amor hacia los hombres. Él es independiente, justiciero, duro; pero también bondadoso, generoso y dispuesto siempre a perdonar. Él conoce el sufrimiento, conoce la muerte y entiende el sufrimiento, y el sentir de sus hijos. Consagrarse al Señor es un viaje para pasar de esta vida terrena a la Vida Eterna.

En su aspecto de Padre Celestial Él ama a todas sus creaturas, los protege y les ayuda a su crecimiento físico y espiritual. En el evangelio de las brujas aparece con el nombre de Dianus o Lucifer, pero este es solo un título, Él tiene tantos nombres como pueblos hay en el mundo.


[1] Las brujas del Benevento, adoraban a una serpiente de oro colgada de un nogal; sobre el cual giraban frenéticas y danzaban. Moisés mismo levanto una serpiente y la puso sobre un asta para que la gente se curara. Jesús mismo se compara con esta serpiente, en Juan cap 3:14-16.
[2] Ejemplo de ello tenemos a Odín, que para alcanzar la sabiduría tuvo que colgar del árbol Yggdrasil con una lanza atravesada en el pecho. Tenemos también los rituales dionisíacos, en los cuales se comía un carnero vivo con los dientes y se remembraba la muerte del Dios y su sufrimiento. 

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